miércoles, 3 de diciembre de 2014

Emociones positivas en el trabajo


Las emociones positivas tienen efectos beneficiosos tanto para la persona, como para el grupo y la organización, ya que las emociones (positivas y negativas) se comparten. Las emociones positivas se contagian y generan un clima positivo de relaciones interpersonales.

Un estado emocional a destacar sería el optimismo.

Una persona optimista sería aquella que espera que le sucedan cosas positivas y ante situaciones retadoras ofrece una postura de confianza y persistencia en general. Los pesimistas se muestran dudosos y vacilantes. El optimista pensara que la adversidad puede manejarse con éxito de un modo u otro. El pesimista anticipará desastres.

Estas diferencias traen consecuencia en la forma de afrontar los cambios, la adversidad, el estrés y el modo cómo las personas orientan su vida.

En relación al estrés, el optimista utiliza estrategias centradas en el problema, cuando la situación es controlable. Ante situaciones descontroladas, las aceptan tal como son. Surgen también diferencias al modo de enfrentarse al estrés: el optimista tiene un estilo de acercamiento, el pesimista de evitación. El primero la acepta como real, el segundo la rechaza. Lo adecuado es siempre desarrollar un optimismo realista, basado en las capacidades y recursos reales.



Otro estado emocional a destacar sería

la resistencia, observando que aquellas personas resistentes en su vida personal, también lo serán en el trabajo. La resistencia es una capacidad psicológica positiva y se entiende como una fortaleza ante la adversidad, la incertidumbre, el conflicto y el fracaso. Surge como una coraza ante condiciones adversas que posibilitan la adaptación y la obtención de buenos resultados. Refleja un cambio positivo de progreso y aumento de responsabilidad.




La resistencia no es una capacidad para salir ileso de una batalla, sino para ser el vencedor. Ante condiciones adversas del ambiente que hacen prever resultados negativos, la persona resistente muestra unas fortalezas capaces de superar las demandas y obtiene buenos resultados.


La resistencia aparece como un recurso personal. Las personas resistentes presentan una alta competencia social, habilidad en la solución de problemas, autonomía y sentido de propósito futuro. Las personas resistentes se mueven mejor en ambientes difusos y afrontan mejor los cambios, las adversidades y los riesgos. Por tanto la resistencia es un recurso valioso en el mundo laboral actual.

Otro aspecto importante es la elevación. Es un estado de bienestar y satisfacción que se asocia a los actos de ayuda y apoyo social a los demás. Es decir, es aquel sentimiento de satisfacción que surge ante la ayuda y colaboración con los demás. Ante conductas prosociales, cívicas y voluntarios en el trabajo están relacionadas con la elevación.
Es un estado emocional extremadamente positivo y queda ligado siempre a expresiones faciales de gozo y gratitud ante comportamientos cívicos y sociales. La ejecución de estos actos nos comportan alegría, y sentimiento de agradecimiento en los demás.
En los entornos laborales surge un comportamiento de apoyo y ayuda a las demandas del trabajo: la ayuda de un colega que se encuentra en apuros, sin buscar el reconocimiento o la recompensa, sino simplemente por la recompensa que nos brinda la realización del acto en sí. Estos comportamientos dan lugar a vínculos entre los trabajadores, generando un buen clima de apoyo grupal y organizacional.




La elevación en un valor socialmente valorado, las personas que lo ejercen son socialmente valoradas, bien aceptadas e integradas dentro de los equipos de trabajo y mantienen buenas relaciones sociales.