viernes, 28 de noviembre de 2014

El comportamiento de las personas positivas en el trabajo

Como objetivo de la Psicología Organizacional Positiva (POP), sería enfocar el
conocimiento psicológico al mundo organizacional, esto es, plantear el estudio científico del comportamiento óptimo de las personas en sus entornos laborales.


Llegar a describir, explicar y predecir el funcionamiento adecuado en estos contextos. Llegar a descubrir las características de la "buena vida organizacional", o la vida organizacional positiva. La POP se centra en diversos niveles: individual, interindividual, grupal, organizacional y social.




Si planteamos un análisis de las personas positivas, deberíamos centrarnos en sus fortalezas, virtudes, aspectos positivos y los efectos que causan sus comportamientos.

Suelen ser personas que experimentan satisfacción y bienestar ante sus tareas cotidianas, ya que intentan disfrutar con su quehacer diario. Se entregan en cuerpo y alma por esforzarse en conseguir algo que vale la pena.

Tengamos en cuenta que las cosas no son valiosas ni importantes, todo dependerá del valor que le atribuyamos. Si percibimos nuestro trabajo como importante, le habremos dado un significado a nuestra tarea.


Una persona con emociones positivas suele mostrar unos patrones de comportamiento comunes: 
Flexibilidad
Creatividad
Apertura hacia la información
Eficiencia

Estas emociones positivas aumentan el bienestar psicológico y físico de las personas y son un recurso para compensar los efectos nocivos de las emociones negativas. Las emociones positivas facilitan la adaptación a la adversidad y esta adaptación supone satisfacción.

Estas emociones positivas se comparten y se contagian, creando un clima positivo en las relaciones interpersonales.



Las personas con un alto nivel de afectividad positiva (afecto), muestran frecuentemente
buen humor, suelen estar alegres, entusiasmados, enérgicos, confiados y alerta.

Y se llega a ello gracias a la alegría, seguridad, confianza, fortaleza, estima, determinación, etc. Suele estar relacionado con los rasgos de la personalidad.

La efectividad positiva se relaciona con la extraversión, y la negativa con el neuroticismo, pudiendo variar tanto una como otra en intensidad.



La Psicología positiva en la vida y en la empresa

La Psicología ha seguido siempre el modelo tradicional médico, el cual tenía como objetivo el trastorno biológico, sus causas, síntomas y establecer un tratamiento para encontrar una mejoría.



El objetivo prioritario de la Psicología es el estudio de la enfermedad mental, la naturaleza del sufrimiento humano y el tratamiento  psicológico.



Actualmente, la Psicología ha ampliado su perspectiva, ha surgido una nueva visión complementaria al modelo tradicional médico: la Psicología Positiva -el estudio científico del funcionamiento humano óptimo-. Se pasa de un modelo de enfermedad a un modelo de salud, tomando un enfoque constructivo hacia las cualidades positivas.



El enfoque tradicional de la Psicología y en concreto de la Psicología del Trabajo y las Organizaciones, se centra en los aspectos negativos, en las debilidades y defectos humanos, pudiendo surgir diversos procesos psicológicos y psicosociales, dando pie a una variada problemática de las personas en los entornos y circunstancias laborales que les tocan vivir.



La Psicología positiva se centra en las fortalezas, el optimismo, la creatividad y las experiencias, en definitiva, en un desarrollo y crecimiento de las emociones y fortalezas positivas.






La Psicología Organizacional Positiva (POP),
aboga por unos empleados proactivos, dinámicos, con iniciativa propia, que tomen responsabilidades en el desarrollo de su carrera y que busquen la excelencia en su trabajo.


Interesa desde este punto de vista, la gestión de emociones positivas, las formas efectivas de afrontamiento, la resistencia psicológica, la autenticidad en las relaciones en el trabajo, la autoeficacia, la autonomía, la conducta ética,...


Diversos autores han creado como taxonomía de la Psicología Positiva: amor e intimidad, autorregulación de la conducta, ayuda a otros/altruismo, bienestar subjetivo, conocimiento y comprensión de los otros, coraje, creatividad, originalidad, espiritualidad, gustos estético, individualidad, integridad, ética, liderazgo, mentalidad de futuro, sabiduría, buen ciudadano y trabajo satisfactorio.



Todo ello son estados que potencian lo positivo desde el ambiente de trabajo, logrando una mejor calidad de vida laboral y un buen funcionamiento y estructura de la organización y de la sociedad en sí.