Cualquier empresa, grande o pequeña,
debería conocer el talento innato de sus empleados.
Potenciando este recurso conseguirá unas ventajas competitivas envidiables.
Con atención y voluntad, estas empresas escuchan y se preocupan de sus empleados, les empujan a mejorar creando equipos que se ayudan entre sí.
Y ¿cómo consiguen esto? ¿cómo marcan la diferencia? Pues manteniendo una relación emocional con sus clientes logran obtener una excelente relación cliente-empleado, creando y cultivando las relaciones que se forman.
Para conseguirlo debemos establecer un
CAMBIO
Curt Coffman y Gabriel González Molina en su obra !Siga esta ruta¡, lo denominan economía emocional. Es decir, de qué modo el capital humano impacta en los lugares de trabajo. Pero no es sólo teoría, en la práctica es una realidad aplastante.
En estos tiempos de crisis, una de las pocas ventajas competitivas son el talento y el compromiso o implicación emocional. Las emociones determinan nuestras reacciones y nuestros comportamientos, y por tanto la de los clientes. Es decir, en muchas ocasiones los clientes se mueven y repiten en función de la emoción que han recibido. Del mismo modo lo contrario, emociones negativas-clientes perdidos. Conseguir una buena y optima conexión emocional entre clientes-empleados nos dirigirá hacia la excelencia como empresa obteniendo unos fantásticos resultados.
Las emociones
juegan un papel importante
en los
resultados empresariales.
PENSEMOS en los empleados:
1) No todos los empleados pueden realizar las mismas funciones.
2) La preparación de un empleado, no implica que nos de lo máximo.
3) Las competencias deseables son conocimiento, aptitud y talento.
4) Lo ideal es dirigir nuestro pensamiento, sentimientos y comportamientos hacia la generación de una tarea optima.
5) Hemos de trabajar teniendo en cuenta los talentos y fortalezas de las personas, es el modo más eficaz de que las personas rindan al máximo.
Lo importante no es identificar las debilidades de los empleados y mejorarlas. Todo lo contrario, lo importante es identificar las fortalezas y talentos de las personas y potenciarlas. Hemos de descubrir qué anima a la gente a dar su máximo rendimiento, qué les apasiona de su trabajo, qué efectos causan,... De este modo conseguiremos que nuestro empleados se involucren emocionalmente con la empresa, logrando así unas mejoras sustanciales.
Un buen gerente es aquel que descubre al empleado especial. Una vez sucede esto, el empleado se vuelca completamente a su trabajo. Pensemos que los empleados comprometidos son un recurso escaso y precioso. Representan algo positivo, que alimentan el crecimiento rentable de la organización.
Tenga siempre informados a sus colaboradores de próximos proyectos, de oportunidades laborales, de la importancia del trabajo que realizan, ... comunicándose de este modo marcará una diferencia como líder en su empresa y motivará a sus trabajadores.
Tenga siempre informados a sus colaboradores de próximos proyectos, de oportunidades laborales, de la importancia del trabajo que realizan, ... comunicándose de este modo marcará una diferencia como líder en su empresa y motivará a sus trabajadores.
PENSEMOS en los clientes:
Lo importante es la conexión emocional entre los clientes y la empresa, con ello logramos retenerlos y atraemos a nuevos.
En muchas ocasiones, la conexión emocional entre una marca y un comprador depende de la interacción del cliente con la gente que le representa. Estas relaciones son muy rentables a la larga, gracias a los empleados involucrados, ya que ellos representan y se convierten en la marca de la empresa. El cliente se siente emocionalmente satisfecho, respetado y valorado: es algo más que un número. Son básicas las acciones que se realizan al cliente, el trato que se le presta y el conocimiento que se tiene sobre la marca
RECORDEMOS que:
- El talento impulsa el desempeño.
- Los empleados involucrados, son los más productivos.
- Un cliente emocionalmente conectado, siempre repite.
- Los clientes piden ser tratados como individuos.
- Un cliente repite, en función del modo que es tratado. He aquí la importancia de los empleados involucrados.
Fuente: Coffman, Curt y González Molina, Gabriel. !Siga esta ruta¡
Editorial Urano 2002.
Editorial Urano 2002.
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